Una empresa está obligada a llevar la contabilidad de acuerdo al Plan General Contable por ley.
Pero lo cierto es que poder disponer de una contabilidad llevada al día nos va a facilitar:
- Saber en qué nos estamos gastando el dinero: de esta forma podremos saber en tiempos de crisis dónde recortar, y en tiempos de bonanza qué inversiones están siendo rentables.
- Saber por dónde entra el dinero: qué productos o servicios son los que realmente nos están reclamando nuestros clientes.
- Saber cuál es el gasto medio que supone que yo ‘fabrique un tornillo’: Muchas veces nos metemos en muchas aventuras que no acaban de salir bien, sencillamente, porque no tenemos en cuenta un buen número de gastos. Ahí está la diferencia entre tener beneficios o pérdidas.